Estos días se viven momentos muy difíciles en Bolivia. Grupos organizados en acciones planificadas se dieron a la tarea de atacar, sustraer y destruir oficinas de instituciones públicas muy importantes para la ciudadanía especialmente en Santa Cruz, Beni, Tarija.
Este es el caso de las oficinas del Instituto Nacional de Reforma Agraria (Inra)., las cuales conservan documentación importante de la población sobre trámites que estaban en curso. Muchos de estos documentos eran documentos originales de sus propietarios quienes para poder volver a repornerlos tendrán que atravesar muchas dificultades además de los gastos que tendrán que erogar.
El ataque al Inra se constituyó en uno de los blancos claves, puesto que, como es sabido existían muchas tierras que no habían sido saneadas todavía. Como señalaba el diputado Ruiz, aproximadamente 15 familias son las que aparecieron como dueñas de más de medio millón de hectáreas de tierras en el sector oriental de Bolivia. Estas familias, estuvieron resistiéndose a que esas tierras improductivas fueras saneadas por el gobierno a fin de ser luego redistribuidas en las poblaciones indígenas de tierras bajas, las cuales ser vieron con el tiempo privadas en su acceso a sus tierras y territorios originarios.
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