Morena, Pasión Andina

lunes, enero 21

PARCHE DE LAGARTO


¡Parche de lagarto! ¡Parche de lagarto! se escuchó desde algún lugar.

Me fui abriendo camino en medio de la acostumbrada muchedumbre que visita cada domingo el qhatu de la zona 16 de Julio. De pronto me hallé frente a un cubículo de vidrio en el que se entremezclaban aproximadamente una veintena de lagartos pequeños.

“¡Llévese, llévese!” decía la vendedora.
“¿Cuánto cuesta?” preguntó un comprador.
“Hay de 3 y 4 bolivianos” respondió.
“Deme dos”, dijo.
La vendedora tomó 2 y los puso en una bolsa nylon.
“He traido esto” dijo el comprador mostrando un recipiente.
“No, está bien aquí, tiene aire la bolsa, va a llegar bien”, respondió la vendedora.

Dentro del conocimiento local, se sabe que el lagarto es utilizado para curar especialmente fracturas, o lastimaduras por caídas. Generalmente, se coloca varios lagartos recién muertos en la parte afectada y se envuelve con un paño negro. Muchos aseguran que este es un “santo remedio” para este tipo de afecciones.

La vendedora ofrecía matarlos ahí mismo para llevarlos pero, por lo que sé, esto no tendría el mismo efecto curativo. Otro vendedor me dijo que colocaba dos lagartos por un precio de 15 bolivianos. Pero otra opción que existe para aliviar alguna dolencia de este tipo está una crema de lagarto bastante aromática o llevar lagarto seco para prepararlo con una serie de hierbas. Aunque esto puede parecer raro, es habitual practicarlo sobretodo en el área rural.

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Rosita Pochi

Waliki