Nos deja una herida en el alma lo que ha sucedido hoy por la tarde. Tal vez nadie se habría imaginado que en un país donde 62% de la población se autoidentifica como indígena y que desde 2009 con una nueva Constitución, de república se pasa a un Estado Plurinacional, los indígenas fueran reprimidos violentamente como lo han sido hoy. Resulta tan incomprensible, que aquellos que confiaron, apoyaron, lucharon, hoy hayan sido objeto del mayor abuso e irrespeto a sus derechos.
¿De qué sirvió el Convenio 169 sobre pueblos indígenas y tribales en países independientes, la Declaración de las Naciones Unidas bore los Derechos de los Pueblos Indígenas aprobada como Ley el 7 de noviembre 2007 y otras normativas existentes?
¿De qué sirvió el Convenio 169 sobre pueblos indígenas y tribales en países independientes, la Declaración de las Naciones Unidas bore los Derechos de los Pueblos Indígenas aprobada como Ley el 7 de noviembre 2007 y otras normativas existentes?
Desde el pasado 15 de agosto, 2011 había partido la VIII Marcha Indígena de Tierras Bajas desde Trinidad, Beni rumbo a La Paz. El objetivo de la Marcha era hacer escuchar las voces indígenas que pedían que no se construya el tramo de una carretera que destruiría el núcleo del área protegida y territorio indígena "Territorio indígena y parque nacional Isiboro Sécure" (TIPNIS), un área que contiene una gran riqueza en cuanto a biodiversidad, además de ser hogar de pueblos orginarios en situación de alta vulnerabilidad como chimanes, mosetes, yuracarés.
Hace un tiempo atrás en Cochabamba, se realizó una gran cumbre internacional sobre la Madre Tierra. Muchos llegaron de aquí y de allá, para hacer discursos sobre la Madre Tierra con gran despliegue mediático. Sin embargo, con el tiempo, el discurso de la Pachamama parece haberse desvanecido. Hoy, poner cemento a un área protegida, dañar el ecosistema el Tipnis parece valer más a título de "desarrollo".
Hoy 25 de septiembre, 2011, quedará grabado en la Historia de los pueblos indigenas originarios como un nefasto día de la vulneración a los derechos humanos de los indígenas.
Este tipo de hechos, generan un sinfin de sentimientos y se constituyen en una afrenta a la vida, a la dignidad de niños, mujeres y varones indígenas. Nada puede justificar la agresión de la que han sido víctimas nuestros hermanos de Tierras Bajas y Tierras Alta que participaban de la Marcha.
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