Morena, Pasión Andina

martes, mayo 10

66 AÑOS DEL I CONGRESO INDIGENAL BOLIVIANO

Un 10 de mayo de 1945 se iniciaba en la ciudad de La Paz, Bolivia el I Congreso Indigenal Boliviano, el mismo que reuniría a delegados de los pueblos indígenas del sector occidental y oriental en Bolivia. Luego de varios días de discusión, el 15 de mayo concluiría el mismo, con una serie de disposiciones enunciadas como Decretos por el entonces Presidente de Bolivia, Gualberto Villarroel.


El año 2005, como justo homenaje al 60 aniversario de dicho evento, se publicó la obra Historia de una lucha desigual: los contenidos ideológicos y políticos de las rebeliones indígenas de la pre-revolución nacional del historiador aymara Roberto Choque Canqui. A continuación, rememorando el 66 aniversario de un proceso histórico tan importante como fue el Congreso Indigenal se refleja parte de dicha investigación.


“El Primer Congreso Indigenal Boliviano de 1945 fue el efecto del proceso de la aplicación de la ley exvinculación de 1874, la lucha contra la expansión de haciendas y la servidumbre indígena: pongueaje y mitanaje. Hasta esos momentos de la historia de lucha por la tierra, los patrones organizados en Sociedad Rural Bolivia todavía eran poderosos porque consideraban al indígena no tener capacidad para liberarse de su dominio. La coyuntura política para los líderes indígenas era muy importante al tener un presidente que simpatizaba por la lucha del indígena que deseaba liberarse de su patrón. Aprovechando el gobierno de Gualberto Villarroel, los preparativos del Congreso empezaron a partir del 17 de noviembre de 1944”.


“El Congreso Indigenal se inauguró el 10 de mayo de 1945 en el coliseo deportivo Luna Park de la ciudad de La Paz con la presencia de un millar de delegados indígenas de todo el país. Se eligió la directiva del Congreso nombrándose Presidente a Francisco Chipana Ramos (aymara), como Vicepresidente a Dionisio Miranda (qhichwa) y como Secretario General a Desiderio Cholina (oriental)”


“Los indígenas comunarios y colonos, tras volver a sus lugares de origen, cumpliendo su misión de delegados informaban a sus bases sobre los resultados del evento, ya traducidos en decretos. Dando crédito a las palabras de sus representantes al Congreso Indigenal, muchos colonos dejaron de servir a su patrón e incluso suspendieron las faenas agrícolas en las haciendas. Los colonos más afectados, algunos que se resistieron, fueron perseguidos y confinados a lugares inhóspitos como Ichilo (en Santa Cruz) y la isla Coati en el lago Titiqaqa. Entretanto la idea de recuperación de tierras, de manos de los patrones, se había generalizado entre los indígenas”.

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Rosita Pochi

Waliki