¡ Cuidado con donde pone el pie!
Atención a los desniveles
¡Cuidado con tropezar con la tapa!
Caminar por las calles de El Alto o La Paz, es un verdadero desafío. En este instante, se me viene a la memoria una actividad deportiva practicada por hábiles y bien entrenados deportistas la “carrera de obstáculos”. Pero, nosotros los ciudadanos en general todos los días tenemos que vencer obstáculos de todo tipo en nuestro andar diario por los calles, callejones, avenidas. Los profesores, los padres, los amigos, los médicos suelen recomendar “hay que caminar con la frente en alto y con la espalda derecha”. Está bien el consejo, pero cómo lo hacemos si en el caminar uno se encuentra con: aceras con huecos, con tapas de alcantarillas sobresalidas, con aceras hundidas, con aceras levantadas, con piedras o piedrecillas, con material de construcción que descuidados vecinos u obreros dejan a media acera, etc, etc.
¡Cuidado con tropezar con la tapa!
Caminar por las calles de El Alto o La Paz, es un verdadero desafío. En este instante, se me viene a la memoria una actividad deportiva practicada por hábiles y bien entrenados deportistas la “carrera de obstáculos”. Pero, nosotros los ciudadanos en general todos los días tenemos que vencer obstáculos de todo tipo en nuestro andar diario por los calles, callejones, avenidas. Los profesores, los padres, los amigos, los médicos suelen recomendar “hay que caminar con la frente en alto y con la espalda derecha”. Está bien el consejo, pero cómo lo hacemos si en el caminar uno se encuentra con: aceras con huecos, con tapas de alcantarillas sobresalidas, con aceras hundidas, con aceras levantadas, con piedras o piedrecillas, con material de construcción que descuidados vecinos u obreros dejan a media acera, etc, etc.
Lo peor, a veces ya no hay acera, porque está ocupada por algún vendedor y entonces a bajar a la calzada. ¡Ah! Y si uno está apurado y le toca correr, mejor mirar bien el lugar donde pisa, no vaya ser que tropiece con uno de los obstáculos. “Caiga, quien caiga”, se ha hecho una frase tan conocida y tan cercana a la realidad de la ciudadanía, porque cualquier transeúnte corre el riesgo de caer en las calles alteñas o paceñas.
No hay comentarios:
Publicar un comentario