ATENTADO CONTRA EL PATRIMONIO DE TUPAK KATARI Y BARTOLINA SISA
Roberto Choque Canqui
En esta gestión gubernamental se ha hablado o debatido constantemente sobre la descolonización, pero sin entender su significado que implica conocer el proceso histórico de nuestros pueblos originarios.
Como de costumbre no faltan personeros (sean dirigentes o políticos) con su mentalidad colonial siguen dando importancia a personajes extrañas, desconociendo nuestra historia y la importancia de Túpak Katari, quien estableció su campamento en Altopata durante el cerco de 1781. Ignorar a Túpak Katari y Bartolina Sisa es un grave error histórico, peor las personas o instituciones que ahora han forzado colocar un monumento a Che Guevara que nada tiene que ver con la lucha del pueblo aymara y con la ciudad de El Alto.
Los lugares históricos de toda la ceja de El Alto pertenecen a personajes que lucharon junto a su pueblo originario contra la opresión colonial. En este caso El Alto y Pampajasi son patrimonio de Túpak Katari y Bartolina Sisa, quienes estuvieron en esos lugares históricos combatiendo junto a su pueblo en 1781 durante 175 días contra el enemigo de ese momento. En ese entendido la ceja de Altopata y Pampajasi y otros lugares del cerco de 1781 son patrimonio histórico de aquellos personajes y de sus descendientes que ofrendaron su vida hasta 2003. A ellos se merece rendir nuestro homenaje con una obra escultórica en esos lugares, para perpetuar su memoria histórica.
Entonces, merecen recordar a los aymaras de 1871, quienes estuvieron en El Alto encabezado por el waychiño Luciano Willka hasta derrotar a Mariano Melgarejo; en 1899 hubo un bloqueo aymara en las proximidades de El Alto en defensa de la ciudad de La Paz contra las fuerzas del Presidente Severo Fernández Alonso; en 1952, los mineros y excombatientes de la guerra del Chaco ocuparon el Alto hasta derrotar a la rosca minero-feudal, y en 2003 los vecinos aymaras de la ciudad de El Alto ofrendaron su vida para expulsar a Gonzalo Sánchez Lozada.
Ahora ¿cómo entender a esas personas o instituciones que desconociendo nuestra historia del pueblo alteño, el 24 de junio de 2008 se han atrevido a colocar una figura extraña como una forma de humillación al pueblo aymara de El Alto y a los descendientes de Túpak Katari que hoy estamos asentados precisamente en esos lugares donde estuvieron miles de combatientes en 1781 contra el sistema colonial? Por tanto, a nombre de mis hermanos aymaras protesto enérgicamente por ese atrevimiento que resulta ser otra bofetada a Túpak Katari y Bartolina Sisa.
Roberto Choque Canqui
En esta gestión gubernamental se ha hablado o debatido constantemente sobre la descolonización, pero sin entender su significado que implica conocer el proceso histórico de nuestros pueblos originarios.
Como de costumbre no faltan personeros (sean dirigentes o políticos) con su mentalidad colonial siguen dando importancia a personajes extrañas, desconociendo nuestra historia y la importancia de Túpak Katari, quien estableció su campamento en Altopata durante el cerco de 1781. Ignorar a Túpak Katari y Bartolina Sisa es un grave error histórico, peor las personas o instituciones que ahora han forzado colocar un monumento a Che Guevara que nada tiene que ver con la lucha del pueblo aymara y con la ciudad de El Alto.
Los lugares históricos de toda la ceja de El Alto pertenecen a personajes que lucharon junto a su pueblo originario contra la opresión colonial. En este caso El Alto y Pampajasi son patrimonio de Túpak Katari y Bartolina Sisa, quienes estuvieron en esos lugares históricos combatiendo junto a su pueblo en 1781 durante 175 días contra el enemigo de ese momento. En ese entendido la ceja de Altopata y Pampajasi y otros lugares del cerco de 1781 son patrimonio histórico de aquellos personajes y de sus descendientes que ofrendaron su vida hasta 2003. A ellos se merece rendir nuestro homenaje con una obra escultórica en esos lugares, para perpetuar su memoria histórica.
Entonces, merecen recordar a los aymaras de 1871, quienes estuvieron en El Alto encabezado por el waychiño Luciano Willka hasta derrotar a Mariano Melgarejo; en 1899 hubo un bloqueo aymara en las proximidades de El Alto en defensa de la ciudad de La Paz contra las fuerzas del Presidente Severo Fernández Alonso; en 1952, los mineros y excombatientes de la guerra del Chaco ocuparon el Alto hasta derrotar a la rosca minero-feudal, y en 2003 los vecinos aymaras de la ciudad de El Alto ofrendaron su vida para expulsar a Gonzalo Sánchez Lozada.
Ahora ¿cómo entender a esas personas o instituciones que desconociendo nuestra historia del pueblo alteño, el 24 de junio de 2008 se han atrevido a colocar una figura extraña como una forma de humillación al pueblo aymara de El Alto y a los descendientes de Túpak Katari que hoy estamos asentados precisamente en esos lugares donde estuvieron miles de combatientes en 1781 contra el sistema colonial? Por tanto, a nombre de mis hermanos aymaras protesto enérgicamente por ese atrevimiento que resulta ser otra bofetada a Túpak Katari y Bartolina Sisa.
Nota. Publicado en Pukara. No. 33. Julio 7, 2008.
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