Morena, Pasión Andina

jueves, septiembre 11

DESTRUCCIÓN DE DOCUMENTACIÓN

Copio el siguiente escrito del Lic. Luis Oporto en relación a la destrucción de documentación de la institución Cejis en Santa Cruz, Bolivia.
9 DE SEPTIEMBRE DE 2008:
“DIA ACIAGO DE LA DESTRUCCION DE LA MEMORIA CRUCEÑA”

Creo que es deber de todo profesional que trabaja en archivos, bibliotecas y otras unidades de información, analizar el momento delicado que enfrentan las instituciones que custodian documentación pública o privada en las ciudades del Chaco, Oriente y la Amazonía boliviana.

Al conocerse los resultados oficiales del Referendo Revocatorio de Mandato, en el que el actual presidente de la República de Bolivia, Evo Morales Ayma, obtuvo el 67.4% de los votos válidos, con un triunfo inobjetable en 95 de 112 provincias del país. Los prefectos de los Departamentos de Pando, Beni, Santa Cruz y Tarija (la llamada “media luna”), también fueron ratificados con porcentajes menores al del presidente Evo Morales.

Las reacciones fueron diversas. El presidente Evo Morales convocó al diálogo; los prefectos de la media luna, a la toma de entidades estatales.

La violencia política tomó la palestra, y escupió su lenguaje de odio racial y autonomía. Beni primero, Tarija luego, Santa Cruz continuó la ofensiva y hoy Pando se suma con cuatro muertos en el registro de la violencia desatada.

El hecho más significativo fue la destrucción incontrolada de la Memoria Cruceña. El 9 de septiembre se saquearon y destruyeron las instalaciones de instituciones estatales en esa ciudad. Los diarios informaron que se destruyeron los archivos del Instituto nacional de Reforma Agraria, afectando a 600 procesos de titularización. Las redes internas denunciaron la quema de la Biblioteca Especializada del Centro de Estudios Jurídicos y de Investigación Social (CEJIS). Por esas acciones el 9 de septiembre es un día aciago, luctuoso, doloroso para la memoria cruceña.

Con mucho pesar tengo la obligación de comentar el informe oficial del Centro de Estudios Jurídicos e Investigación Social (CEJIS), de la ciudad de Santa Cruz de la Sierra, publicado a raíz de los hechos vandálicos del 9 de septiembre:

Primero. Los hechos

Autores materiales: Un grupo de aproximadamente 50 vándalos.

Método empleado: Asalto y saqueo. El grupo ingresó por la fuerza, saqueó completamente e incendió las oficinas del Centro de Estudios Jurídicos e Investigación Social (CEJIS). Emplearon tres vehículos 4x4 más otros motorizados, de donde descendieron jóvenes armados de palos, cuchillos, petardos y piedras. Utilizaron uno de los vehículos para echar abajo el portón de entrada. Una vez adentro, los atacantes:

Robaron y destruyeron lo que había en su interior,
Rompieron vitrinas, ventanas, puertas, muebles, enseres, equipos de computación, archivos, documentación.
Realizaron una gran pira en la calle, ante las puertas violentadas de la institución y la hicieron arder, igual que otras fogatas iniciadas dentro de las oficinas del CEJIS.
Se ha perdido importantísima documentación de seguimiento de los procesos de titulación de tierras de los pueblos indígenas, investigaciones.
También fue destruida y quemada en la calle, por lo menos un tercio de la biblioteca, reconocida a nivel nacional por su importante especialización en la temática indígena y agraria.
No hubo daños a las personas debido a que el personal fue evacuado poco antes del ataque.

¿Por qué el CEJIS?: En sus 30 años de trabajo, el CEJIS ha acompañado jurídicamente a las organizaciones indígenas, campesinas y sin tierra en los procesos de titulación de sus tierras y territorios. Ha sido un aliado permanente de los movimientos sociales en la consecución jurídica de sus derechos en la legislación nacional, asesorado y acompañando el seguimiento de las organizaciones sociales a la Asamblea Constituyente. Esta labor ha implicado permanente riesgo en las personas y en las oficinas del CEJIS, amenazadas por los sectores de poder que históricamente controlaron la región del Oriente boliviano, quienes se sienten ahora amenazados por el avance en los derechos de los sectores más desfavorecidos de la sociedad.

¿Cuántas veces se atentó contra el CEJIS?. Las oficinas del CEJIS, así como su personal, fueron atacadas más de 15 veces en los últimos cinco años. En los últimos meses la institución sufrió dos ataques con bombas molotov (en noviembre 2007 y en agosto pasado).

Otras instituciones atacadas: Ayer fueron también asaltados y saqueados en la ciudad de Santa Cruz, además del CEJIS:

Impuestos Nacionales
Grandes Contribuyentes (GRACO)
Empresa Nacional de Telecomunicaciones (Entel)
Instituto Nacional de Reforma Agraria (INRA)
Migraciones
Canal 7 del Estado
Radio de la Red Patria Nueva, y otras oficinas en todo el Oriente boliviano.
Aduana Nacional
Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos

¿Cuál es el propósito?: Esta cadena de agresiones forma parte de un plan que está en acción y sigue adelante hoy con el ataque a las organizaciones indígenas nacional y regional de Santa Cruz y campesinas con sede en esta ciudad, las radios populares -como Radio Alternativa, que funciona en la Casa de la Mujer- y otras organizaciones de Derechos Humanos. El recrudecimiento de la violencia en todo el Oriente de Bolivia, que comenzó bajo la consigna de 'una mejor redistribución de la renta petrolera para las regiones', ha cambiado por una toma de hecho de los departamentos de esta parte del país y una ola de persecución intolerante y racista a todos quienes ellos consideren sus 'enemigos', ahora con la exigencia al Gobierno de Evo Morales de que reconozca una autonomía regional de ribetes separatistas, inaceptable para el grueso de la población.

Segundo. El juicio de la Historia

Este es un informe que da cuenta de los autores materiales, el método empleado y el recuento de daños. Expresa la estrategia de grupos de poder que han instruido la “ola de persecución intolerante y racista”, con el fin de impedir la consulta de la nueva Constitución Política del Estado. Es una acción política extrema.

El método (calificado ya como “fascista”) nos recuerda, al que emplearon dictaduras militares del pasado. Está fresca en la memoria la operación comando dirigida por el Cnl. Luis Arce Gómez, al Ministerio del Interior en abril de 1980. Pocos días más tarde, el sacerdote jesuita Luis Espinal fue secuestrado, torturado y asesinado. En julio de ese año, paramilitares atacaron violentamente la sede de la Central Obrera Boliviana, tomaron presos a varios dirigentes, identificaron a Marcelo Quiroga Santa Cruz, disparándole a quemarropa, y asesinaron al dirigente minero Gualberto Vega. Quiroga fue torturado con inusitada crueldad y asesinado. ¿Por qué el General Luis García Meza Tejada permitió ese exceso? La Justicia declaró a ambos militares culpables y dictaminó la máxima pena sin derecho a indulto.

¡Cuánta falta hace un Observatorio Nacional de la Memoria!

¡Cuánta falta hace un registro permanente de la destrucción del patrimonio documental, máximo legado que deja un país a sus nuevas generaciones!

¡Cuánta falta hace la palabra autorizada de Paula Peña y Alcides Parejas, historiadores oficiales y asesores de la dirigencia de la “media luna”!

¡Cuánta falta hace un pronunciamiento oficial de propios y extraños sobre la destrucción de la Memoria Cruceña!

Luego del recuento de los daños, es preciso denunciar estos hechos de violencia contra la memoria institucional y la memoria intelectual, en todo foro nacional y mundial.

Las preguntas de la Historia, que registra implacablemente todo acontecer, no pueden quedar al margen:

Prefecto Rubén Costas: ¿Por qué permitió usted que grupos delincuenciales, asaltaran el patrimonio de los bolivianos?

Señor empresario croata-cruceño, Don Branco Marincovic y la dirigencia cívica-prefectural de los departamentos que componen la llamada “media luna”: ¿Por qué permitieron que mercenarios destruyan los bienes del Estado para manifestar su rechazo al gobierno actual, si tienen parlamentarios en el Senado Nacional (mayoría) y en Diputados? ¿Por qué le temen a la consulta al Soberano, que será en última instancia quien debe decidir qué país deseamos?

Prefecto Rubén Costas, señor Branco Marincovic: ¿Por qué dieron permitieron que grupos delincuenciales destruyeran y quemaran documentaciones institucionales?

Tercero. La toma de conciencia

La destrucción de los bienes públicos no afecta al gobierno de turno, sino que es un daño irreparable al país, al boliviano, al cruceño.

Un documento oficial destruido, no tiene reemplazo, el daño es irreversible. Una biblioteca quemada, es signo de barbarie. Ambos constituyen un Crimen de Lesa Cultura.

Ante los hechos consumados de violencia política insana, ratificamos que el 9 de septiembre de 2008 se ha inscrito ya en las páginas de la historia archivística de Bolivia como “Día Aciago de la Destrucción de la Memoria Cruceña”, un hecho nefasto que jamás debiera repetirse, pero tampoco olvidarse.


Atentamente,

Luis Oporto Ordóñez



No hay comentarios:

Rosita Pochi

Waliki