Misterioso, enigmático, sorprendente son algunos de los términos con los que l@s visitantes del Valle de la Luna en La Paz, Bolivia lo describen. Recorrer sus estrechos senderos solitaria y silenciosamente le proporcionará la posibilidad de apreciar mejor a los achachilas que allí se encuentran.
Atravesando algunos de los puentes se aprecia solo oscuridad, ¿qué habrá hay abajo, no? Alguien me comenta que algunos intrépidos visitantes intentaron ingresar por las profundidades de este sitio y no salieron más; otro señala la existencia de un río subterráneo por las cuales discurre el agua hacia cierto lugar. Sea como fuere, los años, el tiempo, la lluvia también ejerce sus efectos en estas estelas naturalmente conformadas.
Subidas, bajadas, tierra, roca, profundidad, oscuridad, y ellos allí están, los achachilas. Aparecen de pronto en uno u otro lugar. A veces no son tan visibles, hay que buscarlos y divisarlos desde diferentes lugares.
3 comentarios:
Yo recuerdo el valle de la luna, tenìa tal vez unos 9 años cuando lo visité, y siempre recordaré esas torres de tierra tan altas, y las formas que el guía nos iba señalando.
Hello,
Beautiful photo ! Keep up the amazing work.
Hugs from foko-madagascar.
Medea:
El Valle de la Luna, tiene esas formaciones especiales que provocan la admiración de todos.
Lova:
Thank you. I will continue writing about these topics.
Regards from Bolivia.
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