El recibir correspondencia puede convertirse en un verdadero dilema para muchas personas en la ciudad de El Alto y mayor dificultad para la persona que debe entregar cualquier tipo de documento. Una de las razones fundamentales es que muchas calles y avenidas no tienen identificación alguna. No existe un formato estándar de la alcaldía, como sucede en La Paz para nominar las calles, en algunas zonas se improvisa escribiendo el nombre de la calle con pintura sobre una lata que con el tiempo se borra o se cae. Asimismo, los números de cada casa no corresponden en muchos casos a los documentos de propiedad. Es algo difícil encontrar que cada casa tenga el nombre de la calle y su número correcto en una plaqueta.
Y si de recibir alguna carta o invitación se trata ahí surge otra dificultad, puesto que es muy sabido que una gran parte de la población alteña trabaja o desarrolla actividades en La Paz, por lo cual debe dejar su hogar a tempranas horas de la mañana y retornar a altas horas de la noche. Cuando toca a la puerta el cartero o un mensajero, nadie está. Algunos optan por dejar debajo la puerta cualquier documento, lo cual es un grave error porque la más de las veces ha terminado en las fauces del perro juguetón que ha hecho trizas el papel. O también sucede que como llueve cualquier momento, el papel termina embarrado, mojado e ilegible.
Pero si se sabe que va a ocurrir algo así, ¿qué solución se busca? Lo mejor, tener una casilla postal. Si esto no se puede, buscar una dirección de una familiar o amistad en La Paz que garantice que la correspondencia le va a llegar a uno sana y salva.
6 comentarios:
Es parecido en Costa Rica, donde no existen los números ni nombres de calles. Las direcciones son "100 metros de la texaco de San Francisco, 25 metros oeste, casa verde portón negro, 2 pisos". A veces la bomba ya no es texaco sino Shell, otras veces pintaron la casa... y la dirección se queda igual, porque a nadie se le ocurre llamar a sus conocidos a avisarles que el portón de la casa ya no es negro, sino gris, y que le agregaron otro piso a la casa, así q ya no son 2 sino 3.
No envidio a los carteros!
Medea,
Qué cosas ¿no?, ya el cartero necesita un milagro con la descripciòn que haces.
Bueno, un saludo.
Bolivia Indígena: Felicidades por el blog. Hay quién en otro país ni se inmutaría por lo que nos cuentas (que a veces ocurre, también, en La Paz), pero, podemos decir, que somos, aún, un país cartero. Qué lindo.
Un abrazo y nos vemos por la blogosfera.
vero vero,
la descripciòn que hace medea creo que es aún más ilustrativa en esta relaciòn direcciones y cartas.
Muchas saludos,
Increíble que mientras unos pueden gozar de una total conexión con el mundo y recibir facilmente sus mensajes, hay personas que todavía tengan que pasar por esa situación.
Ojalá qeu se pueda solucionar.
saludos desde Colombia.
Cati,
Con el tiempo cada quien busca la mejor forma de solucionarlo si sabe que le va a llegar correspondencia.
Un saludo,
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